Desde pequeños nos enseñan a lavarnos el cabello con champú y acondicionador. Siempre buscamos anuncios que prometan un cabello brillante, liso, con más o menos volumen según lo que queramos. Sin embargo, escuchamos cada vez más que muchas personas ya han cambiado sus champús y acondicionadores tradicionales por opciones más sostenibles. Los mismos productos, pero en formato sólido en lugar de líquido.
En el blog de hoy os traigo las mayores diferencias entre champús líquidos vs. sólidos.
Una de las grandes diferencias, y yo diría, una ventaja, es que el champú sólido tiene CERO desperdicio. Desde no consumir plástico para los envases hasta el punto de poder utilizar hasta el último champú. ¡Sin mencionar que es mucho más práctico para llevar mientras viajas y no tendrás ningún problema en el aeropuerto porque llevas botellas de líquidos extra!
Por otro lado (no lo veas como una desventaja) tendrás que tener más cuidado en la forma de aplicar el champú sólido ya que no se esparce tan rápido como el líquido. Podrás disfrutar y disfrutar más de tu momento mientras aplicas con cuidado el champú sólido en tus mechones de cabello (por supuesto, con el agua cerrada, para no desperdiciarla).
Si tú también quieres ahorrar en gastos, cree que cambiar tu champú líquido por un champú sólido te ayuda mucho. Al ser un producto concentrado acaba durando más.
Si aún tienes dudas y te estás planteando cambiar tu champú líquido por uno sólido, ¡recuerda que también es una ventaja para la salud de tu cuero cabelludo! Los champús sólidos están elaborados con ingredientes naturales y son adecuados para pieles sensibles. Son una ventaja si buscas utilizar productos veganos en tu vida diaria, ya que no contienen ingredientes de origen animal.
¿Aún tienes dudas? ¿O ya lo usas? Comparte tu experiencia conmigo. 😊